2 de DICIEMBRE : DÍA de la ABOLICIÓN del SISTEMA PROSTITUYENTE

Organizamos esta nueva convocatoria Abolicionista conmemorando un aniversario más del día en que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobara el "Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena" (resolución 317(IV), de 2 de diciembre de 1949.

PROPONIENDO, desde las Primeras Jornadas Nacionales Abolicionistas 2009, que sea recordado como:

“Día de la Abolición del Sistema Prostituyente”


viernes, 22 de junio de 2012

TRATA DE PERSONAS: conocer para prevenir


PONENTE: 

Dra Wanda Candal:
Coordinadora General (Buenos Aires) junto con la Hna Martha Pelloni (Goya Corrientes) de la Red Infancia Robada
Coordinadora del Área trata y drogas del SEDRONAR (Secretaría de Programación para la Prevención de la drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico). 


Introducción
El delito de Trata de Personas

La Trata de Personas constituye una violación a los derechos humanos más elementales. Es un problema global en el mundo y comparte los primeros lugares en recaudación del crimen organizado, junto al negocio de las armas y el narcotráfico.
Es una práctica delictiva llevada adelante por organizaciones que, a través del engaño, amenazas a la víctima y a su familia, o mediante cualquier otro ardid, captan y trasladan a personas con el fin de explotarlas. En la medida que es un problema social que afecta mayoritariamente a mujeres y niñas, forma parte de una de las formas en que se vulneran sus derechos. La Trata de Personas es una de las formas más extremas que adopta la violencia y  las principales víctimas de este delito son mujeres, niñas y niños, y hombres en situación de alta vulnerabilidad.

Como toda práctica perteneciente al crimen organizado, aparece muy extendida en el territorio donde se desarrolla pero, al mismo tiempo, se presenta poco visible a los ojos de la sociedad. Es decir, sabemos o suponemos que existe el problema de la trata de personas en determinado lugar, pero permanece al mismo tiempo, oculto en lo local; no se conoce con precisión su existencia y se dispone apenas de información vaga, ambigua e imprecisa, lo que dificulta su abordaje.

Esta suerte de secreto, oscuridad y clandestinidad es funcional al negocio criminal, ya que le permite  fortalecer su presencia sin trabas. Estas circunstancias actúan en alianza con la situación de alta vulnerabilidad social de ciertos sectores de la población y con la debilidad o carencia de lazos sociales y -menos aún- de redes de ayuda, con lo cual su invisibilidad se fortalece.
Por esta razón, es tarea de todos y todas sensibilizar y promover su visibilización como un problema social existente, no solo para conocer de qué hablamos cuando hablamos de trata sino, fundamentalmente, para trabajar en su prevención y poder brindar en su caso, la asistencia adecuada.
Entre los tipos de explotación que pueden darse en la trata de personas se distinguen:
a.- La explotación sexual: en este tipo de explotación humana, los datos arrojan que sus víctimas mayoritarias son las mujeres, niñas, niños y adolescentes.
b.- La explotación laboral: sus víctimas mayoritarias son niñas, mujeres y hombres, en situación de  alta vulnerabilidad social.
c.- Extracción de órganos o tejidos humanos: requiere de un escenario y organización delictiva específica por el entramado que involucra (saber médico, utensilios y red específica)

Explotación Sexual
En el caso de la explotación sexual se deben trabajar formas, acciones, estrategias que tiendan a detener la demanda y no naturalicen el delito. Así, el Decreto del Poder Ejecutivo Nacional N° 936/2011, que prohíbe la oferta sexual en medios de difusión masiva, es una acción de gobierno en ese sentido ya que se refiere a las formas y acciones que propician la explotación sexual presentándola como natural.
La Trata de Personas con fines de explotación sexual y la prostitución son temas sin duda íntimamente vinculados en nuestro país y en el mundo, vinculaciones no siempre claras y de difícil clasificación; pero siempre referidas a violencia contra las mujeres: Cualquier forma de explotación sexual persistirá, mientras haya demanda de cuerpos de mujeres en la calle o en locales, a cambio de dinero.
Siendo que Argentina penaliza la explotación sexual-comercial, se entiende con ello a la prostitución como una de las formas de violencia hacia las mujeres basada en las relaciones de subordinación.

1.2- Explotación laboral
En la explotación laboral, la situación de alta vulnerabilidad social es la circunstancia fundamental para la captación.

En el caso de los migrantes, se observan captaciones del grupo familiar nuclear completo con fines de explotación laboral, para ser utilizados en condiciones infrahumanas en talleres textiles y ámbitos rurales. Estas circunstancias requieren de controles e inspecciones frecuentes y severas ya que la invisibilidad de las personas migrantes (sin papeles, a menudo con entradas ilegales al país, entre otras situaciones), configuran un contexto de mayor indefensión para poder pedir ayuda.

En el caso de personas migrantes, la Ley Nacional de Migraciones 25.871 establece que:

Las personas migrantes son por su propia condición de extranjeros vulnerados frecuentemente en sus derechos y esto se suma a la fragilidad intrínseca que ya poseen por su misma condición de migrantes. Estas circunstancias son muchas veces aprovechadas por los perpetradores para lograr sus fines de explotación laboral y sexual.

En muchos casos también, la explotación laboral misma convive con situaciones de Trata de Personas con fines sexuales. Por ello, es importante vincular ambos aspectos tanto para las tareas de prevención como a la hora de pensar en medidas de abordaje para la asistencia.

Explotación para extracción de órganos y tejidos humanos
Si bien este tipo de explotación es el menos registrado y revisado en escritos y estudios sobre el tema, es necesario saber que se trata de una práctica que existe y, por lo tanto, es preciso desarrollar alertas y medidas de prevención.

Para ello, es fundamental la visibilización del tema. Las acciones  de  prevención deberían dirigirse entonces, a construir hábitos de acompañamiento de familiares y personas de confianza en consultas y tratamientos médicos y valorar la importancia de brindar información a la comunidad sobre centros asistenciales así como promover el diálogo entre la comunidad y sus referentes sanitarios.

 La perspectiva de género en la comprensión del problema de Trata de Personas

Como surge de los datos que arrojan las estadísticas en el tema a nivel nacional, regional y mundial, la trata de personas es un problema social que afecta en forma mayoritaria a mujeres y niñas; por lo tanto, es necesario realizar una mirada y abordaje desde la perspectiva de los derechos de las mujeres, niñas, niños y adolescentes, como grupos específicos de alta vulnerabilidad, los que requieren el despliegue de políticas públicas concretas para su protección que hagan posible el ejercicio de sus derechos.

En primer lugar, debemos entender a la trata de personas como un problema social, llevado adelante por organizaciones de personas que lucran con la explotación humana.
Sin embargo, siendo que la mayoría de sus víctimas son mujeres, esto nos obliga a revisar muchas de las cuestiones de género.
De algún modo, la organización criminal se sirve -para construir- y utiliza -para sostenerse- muchos de los argumentos de discriminación contra las mujeres que se encuentran naturalizados en la sociedad, favoreciendo así, un circuito criminal basado en argumentos falsos.

El hecho que la mayoría de las víctimas de trata de personas sean mujeres, niñas y niños responde al sistema machista y patriarcal imperante en el mundo entero; en que las mujeres, niñas y niños están colocadas/os en una estructura familiar y social cargada de estereotipos, prejuicios, postergaciones y con desigualdad en el ejercicio de los derechos, produciendo situaciones de injusticia constantes.

Vemos en forma cotidiana prácticas acuñadas y defendidas como “costumbres sin cuestionamientos”, el desempeño de roles desiguales, en los que los espacios para mujeres y niñas están signados a menudo por la violencia que propone el sistema de subordinación patriarcal. A modo de ejemplo, podemos ver cómo una mujer que llega a la policía denunciando a su pareja golpeador que la hirió, tiene que soportar, la mayoría de las veces, ser sometida a un largo interrogatorio cargado de opiniones prejuiciosas, tales como: “¿Qué hiciste para que se enoje?, “Si es la primera vez que lo hace, ¿Por qué no te vas de tu casa?”, “Si lo perdonás siempre y… ¿Cuánto tardás en hacerlo?”, todo ello, en lugar de que los resortes de asistencia se activen de inmediato.
Es por ello, que un abordaje de promoción de la salud y prevención en este tema no puede dejar de trabajar en la deconstrucción o desnaturalización del desempeño de  aquellos roles sociales desiguales entre hombres y mujeres en una comunidad, construidos y asentados con prácticas naturalizadas y lenguaje machista .
En este sentido, la existencia de regulaciones y legislaciones de protección como la Ley de cupo (Ley 24012), para garantizar la participación en cargos públicos de las mujeres, la Ley contra la Trata de Personas (Ley 26364) y la Ley de protección integral de violencia contra las mujeres (Ley 26485), responden claramente a un movimiento hacia  la garantía del ejercicio de los derechos de las mujeres y su presencia y ocupación del espacio público, su promoción y participación en el diseño de políticas que protejan a las niñas y mujeres en forma especial, atendiendo a la alta vulnerabilidad por su rol de género y condición social específica.

 Mas clasificaciones para el delito  de Trata de personas
Otro modo de clasificar el delito de Trata de Personas es considerarlo de acuerdo a la etapa (del delito) que se desarrolla en el territorio involucrado. Así, podemos definir que un Estado puede tener  trata de origen, de tránsito y/o de destino.

En nuestro país se registran las tres etapas de la Trata de Personas:
·         la captación de las víctimas con fines de trata (Trata de origen);
·         la preparación (“ablandamiento” de las víctimas) para una explotación en otro país (Trata de tránsito) y, además,
·         la explotación humana (Trata de destino).

Otra clasificación posible es definir la explotación de acuerdo con los estados involucrados: existe Trata /Trasnacional cuando está involucrado más de un estado en su desarrollo( como ejemplo:  niña-mujer es captada en Paraguay para ser explotada en Buenos Aires)   y Trata Interna cuando la perpetración de la explotación humana se produce dentro de distintas regiones de un mismo  país.(niña-mujer es captada en la región noreste  de nuestro país para ser explotada en la región centro)

En nuestro país son reconocibles corredores de la Trata o rutas de explotación y traslado de las víctimas de Trata de Personas: las regiones del Noreste y del Noroeste argentino (NEA y NOA, respectivamente) aparecen mayormente como lugares de entrada, reclutamiento y/o captación de víctimas de explotación sexual y laboral, mientras que la zona del centro, costa atlántica y sur del país son los destinos principales de explotación. Acompañando esta suerte de división, existen períodos definidos de circulación por corredores van de veinte a treinta y cuarenta días aproximadamente. De este modo, los criminales sostienen su negocio ágil y aceitado, ganando en impunidad.
En cuanto a la Trata Trasnacional en la que se ve involucrado también nuestro país, muchas víctimas captadas en países limítrofes ingresan por la región del NEA, a través de los pasos fronterizos de las provincias de Misiones, Formosa, Corrientes, Chaco y Entre Ríos. Otro tanto, lo hace a través de los pasos fronterizos del NOA, utilizando como entrada las provincias de Salta y Jujuy.


Consecuencias de la trata de Personas para la salud de las víctimas

Las personas que han sido víctimas de explotación sexual o laboral, son personas que han sido sometidas a violencia generalizada. En general, han recibido golpes, han sido inducidas al consumo de drogas como medio de captación y/o sometimiento, han sufrido violaciones sistemáticas y encierro y, muchas veces, sostienen una construcción psíquica de certeza de no tener salida a esa situación, o aún, llegan a pensar que la merecen.
El elemento, instrumento “droga” es un íntimo y generalizado componente de la perpetración de la “Trata de Personas”. Son habituales en los relatos de las víctimas su mención y la etapa en la que aparece obedece a las características de los diferentes lugares: es así que en algunos casos y cuando la promesa de un trabajo es suficiente para la captación, ingresa la droga para mantener a la víctima en el sometimiento (cocaína, pastillas y alcohol, etc).
En otros y cuando, por ejemplo, no es posible el “cuento engañoso” para lograr la captación, observamos que el elemento droga aparece acercando a la persona a la droga hasta convertirla en adicta para, desde allí reclutarla con fines de tata de personas.
La pérdida absoluta de la autoestima lleva a situaciones de falta de sentido de su situación de personas. La cosificación penetra en la víctima de tal forma, que es ella la que asume un comportamiento robótico, probablemente como mecanismo de defensa que permite sobrellevar la explotación sufrida a cada momento. Como consecuencia de este estado se produce un quiebre y una ruptura con su medio de tal magnitud, que hace impensable -por las situaciones vividas a diario- la vuelta a casa, a su centro de vida, o la posibilidad de escapar de esa situación y reconstruirse en otro espacio.

Se destruye así, la capacidad de construcción de un proyecto de vida, pues la enajenación que opera sobre la víctima hace que permanezca en ese estado de confusión.
El sometimiento opera de tal manera en el deterioro de la autoestima de la víctima que, muchas veces, esta construye como única salida una “no salida”; permaneciendo en el ambiente en el que fue explotada. En esta condición, muchas veces, la organización criminal  convierte a víctimas en nuevas reclutadoras y/o regenteadoras, por ejemplo, del negocio sexual-comercial o la explotación laboral.

 Un abordaje posible para prevenir
El delito de Trata de Personas es muy grave y generalmente muy poco visible. Esta suerte de silencio, sospecha y oscuridad acerca del destino corrido por la víctima, sumado a la división de las tareas en el proceso que conduce a la explotación es promovida y utilizada por las organizaciones criminales para no ser alcanzadas por la justicia.

Por todo ello, los abordajes preventivos deben insistir en visibilizar los mecanismos habituales que utilizan estas organizaciones y hablar lo más claramente posible del problema.

Con todas las poblaciones, pero sobre todo, en las comunidades particularmente vulnerables que se encuentran en las zonas de reclutamiento y/o tránsito se debe hacer pública la información acerca de este problema y se debe advertir a la población respecto de los métodos habituales de victimización.

Esta tarea debe ir acompañada de otra, que permita la valorización de la vida de cada integrante en la familia y la sociedad y el empoderamiento de aquellos que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad (mujeres, adolescentes, niñas y niños, trabajadores precarizados y migrantes).

Una sugerencia útil para abordar el empoderamiento de las personas en relación a sus derechos que ayude a prevenir la trata de personas es, como primera medida, que todos y todas podamos hablar de este tema como una realidad que sucede a nuestro lado; que se encuentra invisibilizada y de la que debemos como sociedad tomar nota.

Para realizar un abordaje preventivo se deben tener en cuenta las características más comunes de las víctimas, aquellas que las hacen particularmente vulnerables para caer en las redes de la Trata de Personas. Allí es donde construir herramientas, alertas, para fortalecer y ayudar, antes que se consume la explotación.

Las tareas de sensibilización deben contemplar como destinatarias/os principales a la población más vulnerable: niñas, niños y adolescentes, mujeres, migrantes.

La promoción de la salud y la prevención en este tema requiere abordar, sobre todo con los grupos más vulnerables, de adolescentes y mujeres jóvenes en general, que es imperioso consultar en familia y/o con personas de confianza, antes de tomar decisiones importantes. Para esto, definir qué es o sería una decisión importante que merecería ser compartida, con más razón si esta involucra, por ejemplo, el ofrecimiento de un trabajo por el que debería mudarme a otra ciudad o país. Poner énfasis en que es preciso tomarse tiempo para pensar, pedir referencias y dejarse aconsejar ante propuestas de trabajo.
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Uno de los temas que debemos conversar y trabajar con la comunidad, acordar y promover es acerca de la inconveniencia de concurrir sola/o a ofrecimientos laborales rápidos y tentadores, evitando, de esta manera, caer en una trampa para reclutar a una futura víctima.

Es importante, además, que cada región construya sus herramientas de información y prevención respondiendo a las necesidades del territorio, para potenciar las estrategias de acuerdo con el escenario en el que se encuentren y sirvan para las diferentes realidades que se podrían dar a nivel local.


 Para realizar un abordaje preventivo- que incluye la sensibilización- es muy importante, además, tener en cuenta las características más comunes de las víctimas que las hacen particularmente vulnerables para caer en las redes de la trata. Allí es donde el equipo de salud debe estar alerta, para tomar precauciones y ayudar antes que se consuma la explotación

A modo de cierre:
      Tenemos derecho a  soñar con un mundo sin prostitución, sin explotación, sin opresión ni discriminación. En ese recorrido es imprescindible que pensemos en la construcción de herramientas y nuevos abordajes colectivos para el problema de la trata de personas y  para todas las formas de violencia hacia las mujeres, niñas y niños; que construyamos prácticas de convivencia en igualdad y que cada mujer, cada niña sea percibida y pueda vivir como sujeta de derechos.
      La lucha contra la  trata de personas debiera, además, involucrar a toda la sociedad, que debe estar sensibilizada, dispuesta e informada a la hora de generar una red de articulación y atención que la temática requiere.
 .    Esperando que podamos socialmente ampliar la mirada para que en el barrio o comunidad hagamos visible la trata de personas en su existencia y desarrollo, cooperaremos sin duda en la prevención y erradicación.

                                                                                              

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