2 de DICIEMBRE : DÍA de la ABOLICIÓN del SISTEMA PROSTITUYENTE

Organizamos esta nueva convocatoria Abolicionista conmemorando un aniversario más del día en que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobara el "Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena" (resolución 317(IV), de 2 de diciembre de 1949.

PROPONIENDO, desde las Primeras Jornadas Nacionales Abolicionistas 2009, que sea recordado como:

“Día de la Abolición del Sistema Prostituyente”


martes, 24 de enero de 2012

PONENCIA: “La Trata internacional en la Republica Argentina- Caso de Mujeres paraguayas y dominicanas”

PONENTE:

Rossana Graciela Malpartida
Abogada, Lic. en Seguridad ciudadana,  docente de la Universidad Nacional de Lanus.
Correo Electrónico: rossanagracielam@yahoo.com.ar



INTRODUCCION

La trata de persona se ha expandido por el mundo  como una mancha de aceite, ya que se considera como una patología puntual de los países que enfrentan crisis sociales y económicas.
         La trata golpea en países ricos y pobres, del norte y del sur, con modalidades cambiantes que ponen en jaque a las autoridades y a los programas sociales. Diversos  estudios confirman que cada ciento  de miles de personas son engañadas, vendidas, coaccionadas y sometidas a variadas formas de  explotación.

         La Organización internacional del trabajo  estimo en 2005 unas 2,4 millones de víctimas de trata en todo el mundo estaban trabajando en condiciones de explotación  y que cada año, se les agregaban 1,2 millones de nuevas víctimas.

         La trata de personas es un delito que atenta contra la dignidad de la persona humana, hoy es la tercera actividad delictiva mas lucrativa en el mundo, con ingresos anuales de aproximadamente 32 mil millones de dólares, de los cuales del 85% proviene del comercio sexual.[1]

 Dificultades de miles de ciudadanos y ciudadanas que no pueden lograr vivir con las mínimas necesidades cubiertas en los lugares donde nacieron, de donde han tenido que migrar por extremas situaciones de miseria e ir a otro lugar en busca de "algo mejor para sobrevivir y ayudar a sus familias", hizo que muchos de ellos fueran victimas  de personas, redes o grupos que abusando de su necesidad las tomaran como objetos pasible de ser comercializadas hasta que su vida útil se dejaste y no sirva para generar ganancias. La pobreza es sin duda un eje medular, pero enfatizar sólo en ella y dejar de lado "la demanda", es desconocer que hay adultos que, como clientes, compran y prostituyen mujeres y niños, los reclutan, y otros que forman parte de las organizaciones que protegen estos ilícitos.                                                                                                                                                          

         La trata y el tráfico de personas ponen de manifiesto desigualdades estructurales y los sistemas de opresión y dominación de los que todas y todos somos parte.  Desigualdades sociales, políticas y económicas entre varones y mujeres no es un tema menor, la feminización de la pobreza es concordante con el incremento de las mujeres que son tratadas.  Las redes de tratantes, con proyección local, o internacional, siguen creciendo y atraen con tentadoras ofertas de empleos bien remunerados, en el extranjero o en el país, incluso  "haciéndose cargo de los preparativos y gastos del viaje", obteniendo de este delito uno de los "negocios más rentables para proxenetas y tratantes" del mundo globalizado.

Cuando hablamos de trata de personas, nos referimos a la máxima degradación del ser humano, pues llanamente estamos en presencia de la “comercialización de personas”, con fines de explotación, este delito aparece en la actualidad como una manera sofisticada de esclavitud.

La trata de personas es un fenómeno complejo que puede ser abordado desde distintas dimensiones, en muchos casos las víctimas como parte del engaño al que son sometidas, deben pagar para  “acceder” al ingreso al sistema, es un delito que fácilmente puede ser disfrazado como un “simple problema migratorio”.

La Argentina no escapa a esta realidad. De acuerdo a lo relevado en numerosas investigaciones Argentina es un país de origen, destino y traslado de mujeres y niñas que son predominantemente "acarreadas"  y comercializadas, transportándolas de una provincia a la otra.  Cierto es que Argentina ha sido durante muchos años un país predominantemente de destino, y si bien a la fecha sabemos de casos de jóvenes paraguayas, dominicanas y brasileñas  que han sido tratadas con fines de explotación sexual, predominan  los desplazamientos entre las provincias facilitados por diferentes operadores que actúan tanto en las fases de reclutamiento, traslado,  recepción y explotación en los lugares de destino.

La trata Internacional en la Argentina

         Las víctimas de la trata son, en su mayoría, Migrantes que buscan escapar de la pobreza y de la falta de oportunidades para mejorar sus vidas y enviar dinero a sus familias. Los tratantes las atraen con tentadoras ofertas de empleo en el extranjero o en una localidad distante de su residencia habitual.

         Estos enganchadores suelen hacerse cargo de los preparativos y gastos del viaje, presentándose en algunos casos como bienhechores de sus victimas. Las  personas captadas no tienen dinero suficiente ni contactos en el nuevo destino y confían en ellos para empezar una nueva vida. Pero el engaño empieza a vivirse a poco de llegar al nuevo lugar: el empleo prometido no existe como tal. A cambio se los obliga – a veces mediante argucias, en otros casos mediante amenazas o violencia física- a prestar servicios en condiciones de explotación. Detrás de los que parece una actividad legal y tolerada socialmente –desde una fábrica a un local nocturno- se mantienen personas bajo explotación  sexual o laboral.

         La Organización Internacional para las migraciones tiene como mandato promover la migración en forma ordenada y en condiciones humanas, ayudar a proteger los derechos de los Migrantes y cooperar  con sus Estados miembros.

         La mayoría de las victimas de trata de personas sexual son primero mujeres y después niños  pobres con escasa educación y limitadas posibilidades de inserción laboral, son blanco fácil para el engaño y las falsas promesas que constituyen el primer paso de la trata de personas. Además de estas carencias materiales, otros factores del entorno facilitan  que sean captados: la corrupción policial, la tolerancia hacia la prostitución juvenil e infantil, la abundancia de trabajos abusivos e irregulares y la impunidad de estos hechos.

        
1-    El Caso de las mujeres Paraguayas:

Pobreza, baja escolarización, falta de oportunidades y subculturas de violencia contra mujeres  y niños, colocan a las mujeres paraguayas en situación  de vulnerabilidad.

Antes de su llegada a la Argentina, muchas victimas sufrieron la trata interna en su  país. Luego, las redes de trata de Paraguay contactan, reclutan, gestionan documentos, trasladan y reciben a las víctimas en argentina. La dispersión de los lugares de origen de las mujeres afectadas indica la existencia de redes que operan en todo Paraguay y la movilidad de los reclutares. También fueron registrados casos de emigración voluntaria para el trabajo sexual. [2]   

  El ingreso a la Argentina generalmente se produce por los pasos fronterizos legalmente habilitados. Solo  en la provincia de Misiones  existen 39 pasos fronterizos con Paraguay y Brasil.  La dirección Nacional de migraciones únicamente controla los puentes internacionales de San Roque González, que une Posadas con Encarnación, Tancredo Neves, que une Puerto Iguazú con Foz de Iguazú y los puertos de Iguazú y Posadas. En los demás pasos fronterizos las funciones migratorias están delegadas en la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval.

Los entrevistados coinciden en que los controles efectuados por Migraciones son muy estrictos, sin embargo, han señalado que no es así en el caso de la prefectura. Por ejemplo se menciona que es común que la prefectura admita el ingreso de personas que tienen como única identificación la denuncia de extravío de su documento o una constancia que este se encuentra en trámite. Una de las explicaciones de los funcionarios de Migraciones es que en el río  hay un flujo continuo de gente que vive del contrabando hormiga.

Por ejemplo, una joven paraguaya de 17 años (al momento de los hechos) relato – tras ser liberada de un cabaret en Necochea, provincia de Buenos Aires, en el año 2005, que paso el control de Prefectura, ingresando por balsa desde la ciudad de Itaberá en Paraguay a la ciudad de Wanda en misiones. El hombre que la acompañaba le dijo al agente  de Prefectura que ella iba a ver a su tía un ratito.

Por otro lado, los funcionarios de Migraciones entrevistados, señalaron que el control del lado paraguayo era mucho más débil. Algunas  fuentes dijeron que los controles también varían de acuerdo al momento, la autoridad a cargo y a múltiples variables.

Se ha señalado que, después de las 15 horas, es prácticamente imposible  encontrar a alguien en el poder judicial, por lo cual si se retiene una menor en el puente, los propios funcionarios  de migraciones deben conseguirle alojamiento y comida hasta que haya alguien en la defensoría. Esto presiona ablandando controles.

Un caso extremo fue una niña de 14 años, que viajo sin su DNI desde puerto Iguazú hasta caleta Olivia sin ningún tipo de obstáculo. Al llegar a aquella ciudad resulto ser victima de trata. Los funcionarios de migraciones mencionaron casos de mujeres que se presentan en los puestos fronterizos  y que han huido de un prostíbulo. Recientemente, una niña de quince años que escapo de un cabaret en Quilmes llego golpeada al puente San Roque González, donde termino relatando la ordalía vivida.  Se le dio intervención a Gendarmería y a la justicia federal, dando inicio a una causa en la fueron liberadas varias mujeres paraguayas.

2-    Caso de Mujeres Dominicanas

En los años noventa debido al contexto económico que se vivía, los trabajadores extranjeros podían enviar a sus países (remesas) hasta unos 200 dólares mensuales. Argentina  atraía migrantes entre otros se estiman que llegaron entre 10.000 y 15.000 ciudadanos dominicanos, predominantemente mujeres, y hasta el año 2002 la OIM entrevisto y asistió a 77 mujeres de este origen.

La mayoría de ellas tenia muy poca instrucción formal, se desempeñaban en su país de origen como empleadas domesticas y  en ocupaciones por cuenta propia desde edades muy tempranas. En la mayoría de los casos, estas mujeres crecían de un cónyuge que compartiera la responsabilidad de soporte familiar.

Buena parte de ellas emprendían el viaje promovida por un reclutador, quien además de convencerlas de las ventajas de migrar a la Argentina, gestionaba el pasaporte y otros papeles (muchos de ellos innecesarios como la carta de invitación)  y prometía alojamiento y comida para el primer mes de estadía. También fue frecuente la migración autónoma. Mas de la mitad de las mujeres entrevistadas hipoteco su casa para costear el viaje.
El ejercicio de la prostitución fue la forma más rápida de afrontar esta deuda inicial y los gastos de alojamiento y alimentación. Esta actividad era ejercida de forma autónoma, sin la presencia de proxenetas en Buenos Aires, La Plata,  y otras ciudades importantes de la costa atlántica y la Patagonia.  


En lo que respecta a sus edades al migrar, los porcentajes más importantes se acumulan entre los 20 y los 40 años, si bien se trata de un grupo de edad amplio, y que incluye dos  generaciones, está compuesto por mujeres en edades activas, incorporadas al mercado laboral, y que ya han concluido o están concluyendo el ciclo de formación educacional/profesional. Asimismo, en su enorme mayoría son mujeres que ya han sido madres (en una o más uniones) y que tienen hijos menores a cargo.


En principio, puesto que pareciera que ninguna de las que tenían hijos dominicanos viajaban a  la Argentina sin ellos, dejándolos  en República Dominicana al cuidado de otra mujer consanguínea (la madre o la hermana de ego), su responsabilidad era  el envío de remesas, aquí debe señalarse que la disolución de la pareja conyugal y la nula o escasa contribución del padre al sustento de los hijos comunes fue una tópica reiterada entre las mujeres. En lo que respecta a los lugares de origen, tanto las encuestas del Consulado como las entrevistas del Programa de la OIM evidencian una gran dispersión. Si bien para varones y mujeres hay tres focos definidos (Santo Domingo, San Juan de la Maguana y Cotuí), entre un 50% y un 60% -según la fuente- proviene de otras regiones. Esta gran dispersión hacia otros lugares (Bayaguana, San Franciscos de Macoris, Villa Altagracia, Azua, entre otros) también debe analizarse en relación a la presencia y movilidad de los reclutadores que convencieron de venir a la Argentina a casi todas las mujeres entrevistadas.

Reflexión final

La pobreza en nuestro país, es sin duda un eje medular, pero enfatizar sólo en ella y dejar de lado "la demanda", es desconocer que hay adultos que, como clientes, compran y prostituyen niños, los reclutan, y otros que forman parte de las organizaciones que protegen estos ilícitos.

Cada uno de los actores que intervienen en la trata de personas –proxenetas, fiolos,- todos los que lucran y apoyan de alguna manera los circuitos de explotación, incluyendo a  los clientes- tienen una responsabilidad.

Si dudas, prejuicios sociales y sexuales sobre los hombres, las mujeres, los niños y las niñas, y el lugar que cada uno ocupa en una sociedad atravesada por relaciones de poder, están en danza merodeando y haciéndole un "guiño cómplice"  a los circuitos de la prostitución.

Si tornamos visible a quienes contratan para su placer a niñas y mujeres victimizadas, quedará al descubierto un circuito de varones sexualmente comprometidos con el abuso de poder, y como no ignoramos que esos hombres son parte de diferentes organizaciones familiares y de instituciones que actúan como "andamiaje de la sociedad", podríamos decir que este silenciamiento e invisivilización sobre "la demanda" remite a una "estrategia social de protección del poder masculino instituido".

La corrupción institucional y el incremento del crimen organizado -barrial, provincial, nacional o trasnacionalmente- además de arraigados prejuicios sexuales alimentan lo que se ha definido como una de las afectaciones de los derechos humanos del siglo XXI, el delito de la trata de personas.

La frontera entre la connivencia, la indiferencia y el prejuicio que alimenta este delito es difícil de trazar.

El pacto de silencio entre proxenetas y clientes, desacredita cualquier declaración de quienes ejercen la prostitución, siendo descalificadas por los mismos que las prostituyen, y/o también por aquellos que se  mantienen indolentes ante la explotación de niñas y mujeres en esta situación.

Argentina está comprometida en la erradicación de este delito, es menester que se realicen todos los esfuerzos posibles para reconstruir los circuitos de esta forma de explotación en las diferentes provincias.

Teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos judicializados se mencionan datos que remiten a cadenas de complicidades; indispensable es su profundización a fin de reconstruir los circuitos y las rutas de la Trata de personas.


[1] OIT 2005 Informe del director general “una alianza global contra el trabajo forzoso, resumen, pag. 4, Conferencia internacional del trabajo, 93 sesión. Ginebra.
[2] Informe sobre la trata de personas en el paraguay. Diagnostico exploratorio sobre tráfico y/o trata de personas con fines de explotación sexual (2005) OIT.

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